La fe se desvanece como la Niebla, nos puede permitir ver o nos puede cegar completamente. Un traje, un cambio de piel, una búsqueda de lo perdido. La Niebla, nuevamente. La petición de un testigo -conformado por esa entidad sociológica, informe, móvil que es cristalizada por el espectador y que llamamos público- que certifique nuestra muerte, que pueda asegurar si se han perdido o no los 21 gramos.


Esta es mi nueva obra que los amigos de Armadillo llevarán a las tablas éste viernes 3 de abril. Lugar y hora pendientes.

Esten pendientes de la información, que será mostrada en su oportuno momento en los siguientes sitios (y en aquellos que generosamente nos brinden un espacio para ello):

Blog de los Armadillos

La Fábrica de Viajar

El Blog del taller de Nueva Dramaturgia

pink elephants on parade

A la hora de almuerzo estuve hablando con unos amigos sobre esta escena de Dumbo. Sin duda es un gran trip, parte de los viajes animados de películas infantiles que de alguna forma nos han hecho ser lo que ahora somos. Yo la vi de pequeña y no ha dejado de impresionarme con el paso de los años.

Santos elefantes rosas que haz de ver si bebes de más.

Sin embargo, ya lo dijo mi amigo el Chino: ¡No vuelvo a beber más... pero menos tampoco!

viajar, viajar

La fábrica de viajar condensa uno de mis más grandes anhelos, marcharme. No siempre logro que sea por medios físicos, algunas veces sólo me es posible gracias a algún libro, a la versatilidad de Internet o las documentales de la selva. Sin embargo, la gana persiste. 

Viajar, cerrar los ojos y llegar más lejos que nadie. Ver las calles de distintas ciudades con ojos nuevos, creer que podemos descubrir islas desconocidas, llegar en el momento justo al lugar preciso.

Viajar con los cuentos que te cuento, con los cuentos que me cuentas. Volar con algo de música, ser más ligeros que las notas, más libres. Ser siempre más libres con todas las palabras.