Sin mayores profundidades quise escribir sobre una experiencia que tendré la próxima semana. Me van a operar, según los doctores no es nada grave y "más del 50% de las mujeres lo tienen, no se preocupe". Sin embargo la preparación de esta intervención en mi cuerpo me ha dado que pensar sobre el cuerpo, si el cuerpo, nuestro cuerpo, mi cuerpo. Me ha sorprendido mi propia ignorancia sobre mi cuerpo y su geografía interna, nombrado de modo tan extraño con palabras tan lejanas e incomprensibles que parecen un idioma de una tribu de otras tierras de esas que uno nunca sospecha que existen. Y así, el cuerpo aparece también lejano, extraño, amenanzante, sorpresivamente enfermo. ¿A qué horas se instalan en el cuerpo estas palabras extrañas? No se sabe, pero lo que si es cierto es que como lo hemos hecho por siglos adjudicamos la sabiduría sobre el cuerpo a otro, suponemos que sus nombres son mas acertados y su conocimiento de nosotros podrá salvarnos de lo más terrible: nuestro cuerpo y sus devenires secretos. Tanta gente sentada en los consultorios de los médicos y en los hospitales buscando esa palabra extraña y bendita que le ponga nombre a un padecimiento que recorre todo el cuerpo y que se instala tan pronto como el médico abre su boca para bautizarlo. Extraña esta búsqueda del saber de cuerpo fuera de el...
En fin, la próxima semana me someteré al complicado ritual de bautizos diagnósticos y batir de bisturís, no dudo de la posibilidad que me ofrece de estar mejor (de otra forma no lo haría) pero me pregunto: ¿dónde va a parar ese cuerpo cercano con el que crecemos, con el que crecí? ese cuerpo cómplice?
En fin, la próxima semana me someteré al complicado ritual de bautizos diagnósticos y batir de bisturís, no dudo de la posibilidad que me ofrece de estar mejor (de otra forma no lo haría) pero me pregunto: ¿dónde va a parar ese cuerpo cercano con el que crecemos, con el que crecí? ese cuerpo cómplice?
2 comentarios:
Es sin duda curioso pensar en nosotros mismos por dentro, ya que siempre nos pensamos ajenos, por fuera.
Sin duda no será nada del otro mundo, ya verás que pronto te recuperas. Abrazos de este lado.
Amor, estoy muy contento de que ya estes mejor. Te mando besos desde el blog.
El chino Vrs. Antonio
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