Uno puede negarlo, mil veces si se quiere. Pero en la adolescencia, no hay quien no haya sucumbido ante los encantos de la moda del momento. Nadie puede negar, que usó camisas de colores chillones, hombreras, camisas con cuello de tortuga (morada y sobre ésta, saco blanco), pantalones de lona con el típico botatubo (esto es, aquellos que se reducen en la parte inferior), peinados excéntricos (en las mujeres, particularmente es un tema infinito), todo tipo de accesorios (desde gorras hasta cinturones) y cualquier cosa que nos hiciera "resaltar" de los demas. Las épocas han variado (gracias al cielo), y quisiera hacer una lista de todos y cada uno de los vestuarios que utilizamos alguna vez (desde los años ochenta y contando). Recordar esas cosas no te hace mejor persona (porque claro, pensas y decis que NUNCA vestiste así), que lo olvidaste, que ya no recordas y fingis demencia. De nada sirve. Por ahí tendras alguna fotografía que jurabas habías hecho desaparecer, pero que alguien (no se, la tía, la mamá, cualquiera), rescató de las llamas inminentes y luego la muestra en las reuniones de fin de año. Seguramente te moris de la pena y juraz venganza. Pero no podras negarlo.
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