miércoles, octubre 10

Viajes Tecnologicos



Me gusta el sistema operativo Mac. Me gusta el diseño. Me gusta el color. Me gusta. Me gusta. Lo que no me esta gustando es lo complicado que se ha vuelto postear, porque dentro del mundo de la edición del blog, el sistema Mac es verdaderamente una porquería. Quiero subir una foto y aparece en blanco. Quiero agregar un elemento, y se mueve solo. Veo como las barras levitan independientemente, las palabras se apretujan cual camioneta en las mañanas. Eso me recuerda las veces que tuve que ir colgado de las barras en la puerta. No tengo ese espíritu de libertad que a otros les encanta. Ustedes ven como -y eso que con todo y Transmetro-, el guatemalteco todavía conserva esa hermosa estampa: gente colgando de las puertas. Y vemos, el bus que va de lado, con todos sus años encima. Tengo tiempo de no subir a un bus, pero creo que las cosas no han de haber cambiado demasiado. Recuerdo aún el peligro. Dormir en un bus es peligroso por muchos motivos: seguramente, el vidrio que llevas al lado está roto y te puede suceder lo peor si ladeas demasiado la cabeza. Los asientos no tienen una base sólida, solo la esponja, por lo que inevitablemente vas haciendo esfuerzos para estar entre sentado y de pie. El vecino duerme y se acomoda sobre tu hombro. El chofer frena (con esos dichosos frenos de "aire" que tanto molestan). No sé si aún los buses llevan a todo taco La Grande, o La Sabrosona. Con todo esto del reguetón, quien sabe qué diablos ocurrirá dentro. Cuando era adolescente, el microbus que me llevaba al colegio tenía luces intermitentes en su interior. El ambiente era de fiesta. Al ritmo de "designer music... ta tan ta tan tan... designer music", pasando por Funky Town, que uno entendía más o menos "wonchuhanchenchu... Funky Town, wonchuhanchenchu, Funky Town" , uno iba repasando para el examen y aprendiendo inglés-chino a la vez. Una única vez, recuerdo que un tipo llevaba en el bus un disco de Queen. Grueso... grueso. Me fui tarareando las canciones (o cantando en ingles al estilo technotronic: wuo wuotechía wopero"). No creo que las cosas hayan cambiado demasiado. Dentro de los buses de ésta ciudad se escriben historias diariamente: uno se enamoró a primera vista dentro de un bus, uno sufrío el pánico masivo por algún asalto, uno se enteró de la vida de mucha gente, en fin. Historias de historias, que han quedado atrás a la orden de ¡corrase¡ corrase¡¡ ¡¡¡que atras hay pista de baile¡¡¡... ta tan ta tan tan... designer music...

1 comentario:

Contacto dijo...

ja ja ja... eso de viajar en bus...eran buenos tiempos... cuando salia del colegio al mediodia y el bus se llenaba de gente y olores caracteristicos entremezclados entre perfumes (de todos los que estudiaban por la tarde), de sudores (de todos los que jugabamos chamusca en la hora de receso) y de alguno que otro "chilacaso" de alguien mas.