domingo, abril 27

Este fin de semana fui invadido por recuerdos de mi adolescencia y moví la cabevez más al escuchar los nada delicados acordes del metal, en un especial de dos horas transmitido por la cadena VH1, rememorando los años del heavy metal. Sí, por aquellos años fui otro adolescente más que era cualquier cosa menos yo, con camisa negra y botas negras. Nunca se me dio lo del pelo largo aunque traté por muchos medios de conseguir la melena metalera, incluso intenté con un producto mágico llamado Tricófero (especie de poción que era ilustrada con la venus de milo y prometía que mágicamente hacía brotar cabello en pocos días). En resumen, fui una especie de metalero a medias. Lo de llevar pantalón de cuero no me hacía gracia, pero luego uno iba comprendiendo que había varios tipos de seguidores del oscuro sonido y para cada estilo (porque los hay), existe una forma de vestirse. El metal que escuchaba no era el mismo de Twisted Sisters, Scorpions, Motley Crue o Guns n roses... no, yo andaba en otros rumbos menos comerciales. Escuchaba, por ejemplo Napalm death, Morbid Angel, Terrorizer, Carcass, Sepultura y otra veintena de bandas que pasaban del hardcore al death, speed o trash y aún ahora me parece extraño que sus discos dijeran Parental Advisory, cuando era realmente complicado entenderles una sola palabra. Increible. Pero nunca... jamás fui un metalero de larga melena, chaquetas de cuero, barbas, anillos y un sinfin de aditamentos. Era un simple adolescente que portaba con orgullo su camiseta blanca de Morbid Angel, pantalones de lona y tenis blancos. Mientras observaba el especial de VH1 recordé muchas de esas bandas que fueron parte del soundtrack de mi vida adolescencial y también otras muchas que jamás quise escuchar. Como en toda época, los adolescentes encuentran donde encajar. En todo caso reconozco que hay un momento para todo en la vida y que hay cosas que deben dejarse atrás como parte de una evolución, entendiendo que hay más mundo afuera, muchos más sonidos que esperan ser descubiertos. NO se pierdan acá la Cumbia Metalera.