lunes, marzo 2

viajar, viajar

La fábrica de viajar condensa uno de mis más grandes anhelos, marcharme. No siempre logro que sea por medios físicos, algunas veces sólo me es posible gracias a algún libro, a la versatilidad de Internet o las documentales de la selva. Sin embargo, la gana persiste. 

Viajar, cerrar los ojos y llegar más lejos que nadie. Ver las calles de distintas ciudades con ojos nuevos, creer que podemos descubrir islas desconocidas, llegar en el momento justo al lugar preciso.

Viajar con los cuentos que te cuento, con los cuentos que me cuentas. Volar con algo de música, ser más ligeros que las notas, más libres. Ser siempre más libres con todas las palabras.

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